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Si están en peligro las abejas, guardianas milenarias de la humanidad. ¿Qué le espera a nuestra especie sin ellas?

 

Si tuviéramos que imaginar el origen de los seres míticos, que en el imaginario, han acompañado a la humanidad desde el principio de nuestros días en este planeta. Es casi seguro que la existencia de las hadas y los ángeles de la guarda; tendrían sentido. Si pensamos en las abejas, seres diminutos con capacidad  de volar y garantizar nuestros alimentos y proveernos del inimaginables paisajes florales, con colores, aromas, frutos y sabores inconmensurables. Fuente inagotable de inspiración para el arte, intentando plasmar la belleza de las flores; la moda através de coloridas telas y multitud de perfumes , la seducción entre las personas, que puede iniciar con el regalo de una flor. 

 

 

No es coincidencia que estos maravillosos seres vivos(las abejas), lleven más de 50 millones de años sobre la tierra, dispersando vida y siendo testigos de los grandes cambios de la humanidad. Puesto que, la aparición de la agricultura, la domesticación de algunos animales y la aparición de las primeras sociedades agrícolas hace unos 12´000 años, no se pueden imaginar sin ellas. 

 

 

Es tan claro, que las abejas fueron una de las primeras especies del planeta en amalgamar su existencia con la humanidad. Que fueron, sino el primero, uno de los más importantes seres que provocaron la revolución de los productos secundarios. Ésta teoría, afirma que la piedra fundacional de las comunidades capaces de producir sus propios alimentos,  tiene su epicentro en el consumo de productos que no implicaban la muerte de los animales, como la miel, la leche, etc. 

 

 

Tal como se ha dicho, si la amalgama tan maravillosa que ha acompañado a la humanidad desde su origen, nuestro pasado y nuestro futuro está prendido al destino de las abejas, es inminente poner como una tarea primordial que aseguremos su permanencia como una de las tareas que pueden salvar no sólo a la humanidad, sino al planeta. Ante la crisis ambiental que hemos provocado y hostiga a la humanidad con cada vez más terribles fenómenos climáticos como sequías, huracanes, inundaciones, desertificaciones, etc.  

 

 

Para dimensionar la importancia de las abejas, como piedra fundacional de la biodiversidad, es preciso decir que se ha calculado la existencia de más de 20´000 subespecies, agrupadas en 7 familias. Las abejas son uno de los polinizadores por excelencia y garantizan la existencia de multitud de especies de plantas con el transporte de polen, al alimentarse de su néctar. Cuantiosas investigaciones demuestran una y otra vez, el riesgo que implica la pérdida de la población de abejas en los últimos años, debida en gran medida por el uso indiscriminado de pesticidas, dirigidos casi siempre a matar insectos que afectan los cultivos, pero que de paso fulminan poblaciones de abejas, y además envenenan a otras cuando consumen y transportan polen y néctar contaminado hacia sus colmenas. 

 

 

Entre las investigaciones que destacan sobre este tema, se puede mencionar la realizada por la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, que calcula la pérdida de hasta el 5% de la producción de frutas, verduras y frutos secos como las nueces, almendras, etc. Dando pauta al menos a un incremento de mas de 400´000 muertes  al año por la falta de alimentos saludables y las enfermedades asociadas a dietas chatarra, como la diabetes, enfermedades cardíacas, algunos tipos de cáncer, accidentes cerebrovasculares, etc. 

 

 

Bajo el lema ``Compromiso con las abejas: por una producción agrícola respetuosa de los polinizadores´´ la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO por sus siglas en inglés, hace un llamado a la acción a todo el mundo para poner de relieve la importancia de los polinizadores y establecer prácticas agrícolas, basadas en evidencias científicas que protejan la vida de las abejas y todos los polinizadores, entre los que se encuentran murciélagos, avispas, colibríes, etc.

 

 

¿Qué podemos hacer? 

La FAO recomienda que Tú, en tu día a día: 

Cultiva una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.

Compra miel sin refinar a los agricultores de tu zona.

Compra productos a agricutores que lleven a cabo prácticas agrícolas sostenibles.

Protege las colonias de abejas silvestres.

Apadrina una colmena.

Deja un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.

Ayúdalos a mantener los ecosistemas forestales.

¡Crea conciencia sobre su situación, comparte esta información en tus círculos y redes sociales. El declive en el número de abejas nos afecta a todos!

Los apilcutores y agricultores pueden:

Reservar algunas zonas como hábitat natural.

Crear barreras vegetales.

Reducir o modificar el uso de pesticidas.

Respetar los lugares de anidación.

Sembrar atractivos de cultivo alrededor del campo.

Los gobiernos y los responsables de elaborar estrategias deben:

Fomentar la participación, el intercambio de conocimientos y empoderamiento de los pueblos rurales e indígenas, así como de las comunidades locales.

Aplicar medidas estratégicas, incluidos incentivos económicos para promover el cambio.

Incrementar la colaboración entre organizaciones nacionales e internacionales, instituciones académicas y redes de investigación para gestionar, investigar y evaluar a los polinizadores y los servicios de polinización.

 

#DíamundialdelasAbejas

 

#SalvemosaLasAbejas

 

 

Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“2023, Año del fomento a la formación integral con una Red de Centros y Sistemas Multitemáticos”
Tepatitlán de Morelos, Jalisco.
20 de mayo del 2023
Texto: Dr. Edgar E. Pulido Chávez