Cuatro corazones de León juntos para hablar de los retos de la lucha social en México

Cuatro incansables luchadores sociales, con el común denominador de haber sido merecedores de la presea al mérito “Corazón de León” que otorga la Federación de Estudiantes Universitarios de la Universidad de Guadalajara, fueron convocados por la *FIL Pensamiento* para hablar de los retos de la lucha social en el contexto actual mexicano, dentro del marco de la Feria Internacional del Libro.
La activista Norma Romero Vázquez, coordinadora de las Patronas; Javier Sicilia, poeta, activista y defensor de los derechos humanos; el sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del albergue de Migrantes Hermanos en el Camino y el Obispo de Saltillo Tamaulipas, monseñor Raúl Vera López conversaron sobre los cambios que ha sufrido el país y su lucha social, desde que cada uno recibió su galardón.
Durante este conversatorio de FIL Pensamiento, cada activista describió el panorama al que se han enfrentado desde que comenzaron su lucha contra la injusticia, la discriminación, el narcotráfico, la desigualdad, el daño ambiental en nuestro país. Pero también plantearon cuál deberá ser el rumbo de la agenda de la lucha social que cada vez se torna más global.
Norma Romero Vázquez, la Patrona, activista por los derechos de los migrantes que transitan por México, señaló que desde que su movimiento se hizo visible, el panorama de los migrantes no ha mejorado, e incluso, apuntó a que 2019 fue más complicado para quienes pretendían llegar a los Estados Unidos.
“La Patrona” lamentó que la militarización de la frontera, a través de la Guardia Nacional, exponga cada vez más la vida de los Migrantes, y reprochó la discriminación de la que ellas mismas han sido víctimas.
“La migración no parará con un muro. La situación en sus países de origen fomenta está migración. Hemos estado 25 años y todos dicen que no se quieren quedar en México, aunque sepan que existe un muro y tengan que pagar más. No hay futuro. Ellos quieren pasar, quieren libre paso. Hemos sido víctimas de discriminación y mensajes xenofóbicos, nos dicen viejas locas pues yo quiero continuar loca, pero haciendo el bien, creo que si todos nos volveríamos locos e hiciéramos locos este mundo sería mejor. Los cuerdos no ven la realidad".
El poeta Javier Sicilia fue enérgico en su discurso, al señalar que en los años que lleva de lucha por los derechos humanos, no ha habido cambios y que su máximo logro fue hacer que el Gobierno redactara una Ley de Víctimas que no sirvió de mucho pues estuvo trabada durante varios años, mismos en los que las víctimas únicamente se acumularon.
“Me molesta hablar de cifras porque son abstracciones y las abstracciones son terribles. Pónganle rostro, carne y una historia de dolor, injusticia, horror. Pero por desgracia tenemos que hacerlo. Había seis puntos en los diálogos, el poder intentaba dar un mínimo suelo, como una guía de paz, de justicia pero lo único que se logró fue la ley de atención de víctimas, una cosa que debería de dar vergüenza, porque significa que las víctimas habían perdido sus derechos”.
Por su parte, el religioso y activista monseñor Raúl Vera López habló de la violencia directa llevada desde el estado mexicano contra su propio pueblo, en la que además dijo, hay una simulación en las mejoras al estado de derecho, que siguen dejando miles de víctimas de homicidio y desaparición, así como tierras y comunidades desoladas por la extracción masiva de recursos.
El sacerdote Alejandro Solalinde, por su parte describió que desde que recibió el Corazón de León, México y Latinoamérica en general han atravesado un sinfín de cambios, comenzado con que el país era más solidario con los migrantes, la iglesia aún no entraba en crisis, y tampoco aparecía en el mapa Donald Trump, pidió ser más optimistas con el presidente de México y dijo que el cambio que se necesita, debe ser cimentado por todos, los involucrados con el tema migrante, y la academia para la construcción de políticas públicas en conjunto.
 
Atentamente
"Piensa y trabaja"
Tepatitlán de Morelos, Jalisco
02 de diciembre de 2019
Texto y fotografías: Cinthya Gómez