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Prejuicios de género persisten en México a pesar de políticas públicas

Investigadora de la UdeG participó en un libro de la UNAM que analiza la Encuesta Nacional de Género

En México persisten concepciones de género que impiden que la mujer se empodere. Esos prejuicios también obstaculizan el éxito de las campañas y políticas públicas implementadas para reducir la inequidad, consideró la investigadora de la UdeG, doctora Patricia Noemí Vargas Becerra, en rueda de prensa, realizada en la Coordinación General de Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara.

“Vemos la persistencia de una forma de pensar en materia de género. Continúa la concepción tradicional. Y aunque vemos atisbos de cambios, éstos se dan en la población femenina no en la masculina. Evidentemente persiste una desigualdad. Una discriminación en lo cotidiano. Todavía hay un 6% de hombres que justifica el uso de la violencia para corregir a la mujer a pesar de los spots para promover la no violencia", dijo Vargas Becerra, Jefa de Departamento de Ciencias de la Salud del Centro Universitario de los Altos (CUAltos).

La investigadora participó como coautora del libro Géneros asimétricos: Representaciones y percepciones en el imaginario colectivo, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Este estudio será presentado en el Senado de la República el próximo 1 de junio de 2016, y forma parte de la colección de 26 tomos “Los mexicanos vistos desde sí mismos, los grandes problemas nacionales”, uno de los proyectos del rectorado del doctor José Narro Robles, y que fue culminado justo antes de concluir su período al frente de la UNAM. Vargas Becerra fue una de las pocas investigadoras externas de dicha universidad, invitada a participar, en coautoría con Patricia Galeana Herrera.

El libro da cuenta de los hallazgos de la Encuesta Nacional de Género, sobre los valores de la sociedad relacionados con esta materia y en la cual se analizan 14 variables de opinión en los que se pueden constatar los estereotipos de género que subyacen en la sociedad mexicana y las transformaciones que han ocurrido.

La muestra fue de mil 200 personas divididas en cuatro regiones del país y la encuesta fue realizada por el área de Investigación Aplicada y Opinión del Instituto de Investigaciones Jurídicas. Vargas Becerra y Galeana Herrera analizaron los hallazgos del estudio.

La maternidad, la ternura y el cariño siguen siendo los términos más mencionados cuando se pregunta sobre la feminidad. En cambio, la masculinidad es asociada con aventura y valentía. Incluso en la encuesta la población percibe que no hay desventaja en ser hombre, mientras que ser mujer es más difícil de acuerdo con el 33% de los encuestados.

Sin embargo, no todo es negativo. A diferencia de los años 80, la independencia, inteligencia o fuerza no era asociada con la feminidad, en la actual encuesta ya aparecen estos términos mencionados por las mismas mujeres.

Otro aspecto revelador de la encuesta es que aunque los gobiernos han invertido recursos para promover mensajes de equidad de género, el 45% de la población respondió que no tienen conocimiento de estas leyes. En lo político, a la pregunta de si los hombres votarían por una mujer, el porcentaje de intención del voto se fue reduciendo conforme aumentó el nivel del cargo. Por ejemplo, cuando se trata de presidencias municipales o diputaciones, el 60% aseguró que sí votaría por ellas, pero para la presidencia de México, únicamente  el 40%”.

Además, las mujeres no son vistas como aptas para desempeñar actividades científicas o de ingenierías, pero sí para labores humanitarias como enfermeras o maestras, según este estudio.

Vargas Becerra dijo que si bien existen campañas publicitarias por parte de las autoridades el impacto no ha sido el esperado. Consideró que hace falta un cambio de conciencia.

“Cómo hacer para que la población tome una posición frente a lo que implica ser un individuo con todos los derechos sin importar si eres hombre o mujer, es una pregunta muy ambiciosa. Una cuestión que llevamos años queriendo resolver. En la encuesta vemos cambios en la forma de pensar, pero se han dado en la población femenina. Esto se tiene que dar al interior de los hogares, es en el ámbito de lo íntimo donde se van a gestar los cambios. El reto es que los discursos gubernamentales se tornen en práctica cotidiana", concluyó.