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Artes marciales y resiliencia, el mensaje de José Ángel García López a los estudiantes de CUAltos

La experiencia propia de tocar fondo y levantarse desde cero, es el mejor ejemplo de resiliencia que el conferenciante español, José Ángel García López, puede darle a su público. En especial a los estudiantes de Psicología del Centro Universitario de Los Altos.

Durante su participación en las Jornadas de Actualización de Psicología, el también escritor y formador presentó su libro sobre emprendimiento y resiliencia en los negocios, titulado “El pequeño Saltamontes, emprender un salto al vacío”. En su charla habló sobre la pasión a la hora de arrancar un proyecto y también hizo una demostración de Aikidō, un arte marcial conciliador, como ejemplo de que el cuerpo necesita ejercitarse junto con el alma.

“El libro está basado en una experiencia real que tuve. Yo tuve la experiencia de emprender, de pasar por diferentes rangos en una empresa, y al final, la empresa con dos socios más pues no tuvo las cifras de ventas que queríamos y tuve que comprar las acciones y al final acabé endeudado y comiendo en un comedor social. De aquella experiencia intenté plasmar todo en el libro. La experiencia de un emprendedor, ya no sólo la cara A, que se cuenta siempre de la felicidad y el optimismo y que todo salga perfecto en la empresa, sino también la cara B, una cara en la que no te cuentan el riesgo de asumir la pérdida de una compañía o por ejemplo el riesgo de poner en juego tu trayectoria profesional, pero sobre todo tu economía personal”.

Para el autor español, el fracaso es una herramienta indispensable para lograr el éxito y la felicidad.

“La felicidad es un proceso momentáneo. Nunca dura eternamente. Y la clave está en conseguir pequeñas felicidades a lo largo del tiempo, para que esa sensación permanezca, pero incluso de lo malo podemos aprender algo sobre la felicidad, comparando los momentos malos, con los felices”, agregó.

Además, confía en que desde los espacios de trabajo y de formación, se pueden dar a las formas y la libertad para que las personas se desempeñen en lo que deseen sin transgredir a los demás.

“Las instituciones como las universidades, son las garantes a la hora de desarrollar el reparto de los conocimientos a la sociedad, ya eso es el punto de partida. Lo que es verdad es que se debería de transformar la forma en la que, a la hora de trasladar ese conocimiento, se comparta. Se deberían de facilitar las herramientas de una manera más flexible. Normalmente las instituciones, en el caso de los estudiantes universitarios, o de primaria o secundaria, los ciñen demasiado a la metodología y dejan de lado la creatividad de los alumnos, en esa banda de edad entre la infancia y la adolescencia hay una efervescencia de conocimiento y de inquietudes que no se puede amparar dentro de una jaula por mucho que sea una jaula de oro”.

Aikidō, arte marcial para reconfortar el alma

El aikidō, llamada también el “arte de los guerreros de la paz” es un arte marcial de no contacto que retoma habilidades de otras artes marciales, creada por el maestro Morihei Ueshiba

“Es un ejercicio que no tiene movimientos de ataque. El objetivo del aikido es defenderse y de alguna manera aprovechar la energía del contrario para inmovilizarle y de alguna manera animarle a que deponga su actitud violenta. Es un proceso de acompañamiento, la energía se aprovecha para algo positivo”.